Terapias de pareja
Las necesidades personales no resueltas deterioran la relación con la otra persona, aunque uno mismo no sea consciente de ello.
El amor y la pareja
Una de las necesidades básicas del ser humano es la expresión del amor hacia quien valoramos, respetamos y admiramos. Las relaciones de pareja se producen en nuestra cultura de forma voluntaria, uniéndonos a aquella persona que en un principio nos gusta por su forma de ser y junto a la que más tarde querremos estar. El amor entre dos personas se puede concebir como un vínculo emocional-intelectual-sexual que unirá de forma prolongada la relación y planteará una vida en común basada en el apoyo mutuo.
Problemas de pareja
En ocasiones las relaciones íntimas empiezan con un fuerte enamoramiento, con proyectos e ideas de futuro, con voluntad por ambas partes de construir una relación armoniosa y satisfactoria, pero con el tiempo y los conflictos de la pareja, comienza a deteriorarse aquello que en un principio parecía indestructible, terminando de forma dolorosa y en algunos casos, traumática. En estos casos se recuerda aquella época de felicidad que se dio en un principio en la que todo iba bien, y tristemente no se sabe como se ha llegado a un estado deteriorado de la relación.
Celos, incomunicación, la rutina…
Los problemas que más suelen malograr las relaciones de pareja son: los celos, la incomunicación, los conflictos sin resolver, la rutina, los desacuerdos en las tareas de casa, etc. Pero no solo serán los problemas de la convivencia los que afectarán a la relación, sino que los problemas personales dificultan el entendimiento con la otra persona. El miedo al compromiso, la falta de autoestima, la dependencia, la inseguridad o las necesidades personales no resueltas deterioran la relación con la otra persona, aunque uno mismo no sea consciente de ello.
Terapias de pareja
La terapia psicológica, tanto si es de forma individual o en pareja, se plantea como una de las posibilidades para salir de ese callejón sin salida. Un observador externo que nos ayude a ver desde otra perspectiva con el fin de no repetir lo que hasta el momento no ha servido como solución. Será la propia persona, desde un desarrollo personal, o la pareja quienes construyan una nueva forma de relación, pero con nuevos recursos y herramientas que han podido adquirir en el proceso terapéutico.