¿Qué es el estrés?
El estrés tiene relación con un estado de alerta y de activación del cuerpo para poder realizar actividades de forma “rápida”. Cuando es en dosis altas se entra en un estado de ansiedad y nerviosismo que en muchos casos impide realizar las actividades de forma adecuada, generándose una espiral de ansiedad, errores, preocupación y ansiedad.
Síntomas
En general se puede experimentar dolor abdominal, dolores de cabeza y dolor o tensión muscular, pero existen otros síntomas orgánicos que se producen cuando hay un fuerte nivel de estrés:
- Una frecuencia cardíaca más rápida
- Respiración rápida
- Sudoración
- Temblores
- Mareos
- Heces sueltas
- Necesidad frecuente de orinar
- Boca seca
- Problemas para deglutir.
- Insominio.
- Problemas sexuales
Cognitivamente tendrá dificultades para concentrarse, para tranquilizarse o desconectar y producirá en momentos de mucha tensión reacciones de enfado, explosiones y agresividad incontrolada.
Causas del estrés
Su función en un primer momento puede ser adaptativa, ya que facilita el poder realizar cambios importantes como: mudarse de casa, empezar en un nuevo trabajo, emigrar, tener un hijo,…
Pero en ciertos momentos las causas no se deben a una respuesta adaptativa sino a una respuesta disfuncional ante los acontecimientos externos. Cuando la persona piensa que no puede responder de forma adecuada a las “exigencias externas”, comenzará a temer posibles consecuencias negativas ante esa falta de adecuación. Como se puede ver es la idea de tener que responder de forma adecuada y la previsión de no poder hacerlo, lo que provoca el estrés en la persona.
Qué hacer: terapia contra el estrés
La forma de reducir el estrés es realizar cambios en el estilo de vida y en la forma de enfrentarse a los momentos de cambio o tensión. Entre otras cosas estaría:
- Llevar a cabo una alimentación saludable, realizar ejercicio y planificar las horas de sueño.
- Reducir los estimulantes como cafeína o teína y la ingesta de alcohol.
- Se puede aprender y practicar formas que ayudan a relajarse: Yoga, técnicas de relajación, meditación
- Realizar pausas en las actividades como el trabajo cada cierto tiempo.
- Llevar a cabo actividades de ocio y tiempo libre.
- Aprender trabajos manuales u otro tipo de actividades que requieran concentración pero no supongan tensión.
Por último y quizá sería lo más importante, reflexionar y profundizar en aquello que pueda estar causando el estrés. Es necesario tomar conciencia de lo que nos ocurre y poder cambiar nuestra forma de afrontar la vida cuando esta forma no es adaptativa. En estos casos si no somos capaces de salir de esa espiral antes mencionada una opción es acudir a un especialista.