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“La mayoría de los psicópatas se las arregla para no asesinar a la gente…

no asesinan, pero están presentes en nuestras vidas”. 

Robert D.Hare

Sin conciencia: el inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean. 

1. INTRODUCCIÓN

La maldad, vista como “la actitud favorable a hacer el mal” (RAE) ha pasado a ser el valor protagonista de muchas de las historias de ficción que en la actualidad son referentes del cine y series que se producen. Ahora vemos relatos en donde las personalidades sociópatas, psicópatas, narcisistas o sádicas son las protagonistas y además, se quiere hacer ver que es “el bueno o la buena de la película”, con la sensación de que en realidad esa maldad está justificada, no es para tanto o que incluso es lo justo y bueno. No queda otra que ser malo/a.  Podemos hacer una recopilación extensa de películas o series donde el protagonista o la protagonista son maliciosos o en donde la maldad se dulcifica y benignizada, como son: Maléfica (Stromberg, 2014), Cruella (Gillespie, 2021) , 50 sombras de Grey (Taylor-Johnson, 2015), Crepúsculo -Twilight- (Hardwicke, 2008)  o la ficción para adultos Breaking bad (Guilligan, 2008) o Narcos (Brancato, 2015). 

Este artículo quiere recoger el cambio de visión en el cine y en las historias ficticias que en los últimos años han dado un vuelco significativo, abriéndose a la “maldad” como eje principal de la historia. Parece que pocos autores están recogiendo este fenómeno, a excepción de estudios como los de Benet y Lizcano (2021), que en su interesante conferencia sobre este fenómeno plantean aspectos similares a los que se recogen en el presente artículo, sobre todo en referencia a la película del Joker (Phillips, 2019). El siguiente análisis coincide con el planteamiento de Benet, siendo esta una de las películas más significativas en donde el personaje malvado es el gran protagonista y el espectador se identifica con él. 

¿Cómo era visto en el pasado el protagonista y qué ocurre ahora?

Haciendo un análisis previo, las historias clásicas han tenido a protagonistas que encarnan valores tradicionales, que desde la moral religiosa o la ética filosófica son reconocidos como: bondad, justicia, sabiduría, valentía, verdad o amor (Hartmann, 2011), en donde el protagonista, cuya personalidad se basaba en la bondad o la conducta correcta, era con quien el espectador se identificaba.

Esta visión ha pasado a un “segundo plano” e incluso es vista de forma negativa. “El bueno”, que renuncia a quedar por encima o no querer dominar o ejercer poder sobre otros, si sigue sus principios, es visto como tonto o como un pringado, y es el “malo” o la “mala” quien encarna ahora los valores que se defienden en nuestra sociedad. El dominio, la influencia  o el poder de seducción y manipulación, son vistos como habilidades o características en las personas como algo valioso y atrayente. 

Si nos fijamos en los valores que se quieren transmitir en estas películas antes señaladas en la introducción, en realidad son valores muy actuales y que han sustituido a los valores más clásicos. Quienes protagonizan estas historias son personajes que encarnan el mal y que lo defienden, oponiéndose a eso que se puede llamar bondad. Modelos que ya no se basan en ese héroe o heroína que representan esos valores tradicionales. Son anti-héroes que defienden valores psicopáticos, o como diría el psicólogo García Cosín (2016), valores anti-reales. 

En la mayoría de estas historias comentadas, sus protagonistas son modelos para jóvenes o incluso niños. Algo que no se hará por casualidad, ya que todo creador tiene su intención de transmitir valores existenciales, de cómo hay que vivir esta vida. Llama la atención como las personas que en los cuentos clásicos encarnan el mal, ahora son los protagonistas a los que se quieren parecer los niños y las niñas. 

En definitiva, como tales “malvados” y “malvadas” defienden el mal, la mentira, la fealdad y, frente al “ser algo”,  les mueve “el poder sobre alguien”, que es influir o hacer depender. Son  modelos de personalidades que ejercen poder sobre los demás, violentando a los seres en su voluntad. 

A continuación, podemos ver la diferencia entre unos y otros valores que representa el cambio de tendencia en las historias de ficción en lo que se refiere a qué valores encarnan los protagonistas. 

VALORES CLÁSICOS REALESVALORES PSICOPÁTICOS ANTI-REALES
Respeto, a lo que es uno y a lo que es el otroPoder sobre otro, desde el dominio, influencia o control
Paciencia, aceptando la realidad como se da y sabiendo esperar o renunciandoimpaciencia, baja tolerancia a la frustración (los deseos por encima de la realidad)
Fortaleza (aguantar los daños o los reveses de la vida)Agresividad o violencia cuando las cosas no salen como uno quiere, destruyendo o yendo en contra, de lo que sentimos, se interpone a nuestros deseos
Prudencia o templanza, no dejándose llevar por el mero placer.Riesgo  o imprudencia desde el placer inmediato
Responsabilidad de la propia vida y cuidado (desde el respeto) de otras vidasVictimalidad, echando la culpa siempre al mundo cuando no se cumplen los deseos o como modo de manipulación. 
Amor (hacia uno mismo y hacia el cuidado del otro)Egoísmo y competitividad, desde una lucha de poder con el otro
Verdad, desde el respeto a la realidad tal y como es.Relativismo y postverdad, manipulando la realidad según los intereses.
Belleza: La expresión de la realidad, tal y como es, que proporciona placer y admiración. Fealdad: Expresión de la antirealidad que proporciona displacer e incomodidad.  

Ante el análisis de esta diferencia de moral o ética, nos podemos preguntar: ¿Cómo se ha podido llegar a esta defensa de los valores más antireales o antiético (y antiestético) sin que el espectador emita un juicio negativo o se sienta incómodo en esa visión del malvado ejerciendo su poder?

Desde un análisis sociológico la maldad  ya no se presenta tan fácil para distinguirla, como era la visión heredada de la religión como era la del diablo o el demonio. Ahora esa maldad ha sabido aparentar, manipular su imagen y hacer creer lo contrario de lo que pretende, como señalan Bauman y Donskis (2019): “la lógica del mal líquido pasa por seducir y retirarse, cambiando de apariencia continuamente. «Seducir y desentenderse», ese es el lema del héroe proteico de la modernidad y el mal líquidos”. (p.16)

La seducción es la principal herramienta de la maldad ahora y esa seducción se presenta también en las historias ficticias, como si esos personajes antagónicos con la realidad fueran algo admirables, valorables o incluso a imitar. Ya la maldad no aparenta ser buena, sino que ha dado una vuelta de tuerca a esa manipulación, haciendo creer que lo malo es bueno, logrando esa admiración de los rasgos malvados, consiguiendo la venta de millones de libros basado en la benignización de la psicopatía (James, 2011). Como si el Marqués de Sade hubiese conseguido un best seller divulgando su ideario de crueldad. 

Pero detengámonos en el cine, en una película que encarna ese cambio de tendencia, como es la que protagoniza . 

Para analizar este proceso de benignización de la maldad, podemos fijarnos en esa  película ya mencionada, que se ha convertido en una cinta de culto, como es Joker (Phillips, 2019), que con un 8 de valoración en filmaffinity es considerada por público y crítica como una obra maestra. Como espectador, comparto esta valoración, ya que el director conoce muy bien la forma de meter al público en la historia y vivirla como algo propio. Pero también es una “obra maestra” de la manipulación, si la analizamos desde la reflexión, cómo se logra que el personaje que encarna a la Maldad sea visto como alguien bueno, sensible y al que incluso hay que defender. En síntesis, en Joker se produce una inversión moral de la maldad, justificando la personalidad dañina y destructiva como algo bueno ya que se justifica por numerosas razones, manipuladas, como veremos en este análisis. Además, de este modo, La Maldad en el ser humano es planteada como una cualidad propia,  que está dentro de todos los seres humanos y que como dicen algunos y algunas, desde esa justificación, cualquiera puede ser o llegar a realizar esos actos valorados como crueles y sádicos. Esa visión es una manipulación más de quienes quieren benignizar la maldad. 

2. ANÁLISIS PSICOLÓGICO DE LA PELÍCULA JOKER (PHILIPS, 2019).

2.1. LO QUE VEMOS SIN UN ANÁLISIS CRÍTICO DE LA PELÍCULA.

Si queremos realizar un resumen de la película, lo que el espectador saca como conclusión en una primera lectura, podríamos señalar la siguiente sinopsis de la película (atención, spoiler desde aquí):

Joaquin Phoenix, quien ganó el oscar por este papel, encarna a Arthur Fleck, un hombre con problemas mentales que lucha por encontrar su lugar en la sociedad de Gotham. La historia está ambientada en los años 80, en una ciudad decadente y al borde del caos, donde la disparidad económica y social crea un clima de tensión constante.

Arthur trabaja como payaso de alquiler y sueña con ser un comediante de stand-up, pero su vida está marcada por la pobreza, el aislamiento y una serie de trastornos mentales que lo hacen vulnerable y objeto de burlas y abusos. Vive con su madre, Penny, quien lo sobreprotege y le ha inculcado la idea de que el multimillonario Thomas Wayne, candidato a alcalde, es una figura paternal que los ayudará.

A lo largo de la película, Arthur sufre una serie de humillaciones y reveses que lo empujan cada vez más hacia la locura. Cuando es atacado por un grupo de jóvenes en el metro, Arthur responde violentamente, matando a tres de ellos. Este acto se convierte en un detonante para el caos en Gotham, donde las clases más desfavorecidas ven en Arthur una figura rebelde, mientras la élite lo condena.

A medida que Arthur se hunde más en la desesperación, se convierte en el Joker, un símbolo del caos y la anarquía. El punto culminante llega cuando es invitado a un popular programa de televisión presentado por Murray Franklin (interpretado por Robert De Niro), donde Arthur, disfrazado de Joker, confiesa sus crímenes y finalmente mata a Murray en vivo, desatando el caos total en Gotham.

La película termina con Arthur completamente transformado en el Joker, con la ciudad sumida en el desorden y las revueltas. Su identidad ahora es símbolo de la rebelión frente a la sociedad  y su locura es plenamente justificada por ese entorno que le ha empujado a ser quien es al final de la película. Es decir, la maldad que representaba este personaje en la cultura popular, ahora es benignizada, concepto que signiricaría darle la vuelta completamente a la propia maldad. 

Veamos a continuación qué estrategias manipulativas se realizan en esta película para que el espectador se identifique con ese personaje psicopático y logre empatizar y por lo tanto justificar todos sus actos destructivos. 

2.2. LA MANIPULACIÓN DEL PROTAGONISTA.

Para poder saber de dónde viene la falsedad y manipulación del personaje debemos partir de lo que es la verdad de este personaje “Joker”. 


En las primeras obras de comic en donde aparece el Joker, se retrata a la personalidad psicópata (Moore y Bolland, 1988). Sus autores no nos hacen dirigirnos hacia la comprensión o incluso justificación de sus actos, que parten de una personalidad, sino que refleja la maldad como arquetipo humano, que frente al héroe que representa el bien como es Batman (también con sus claroscuros), es combatido por este, en la lucha clásica del bien contra el mal. 

La maldad ha acompañado a la historia del ser humano como algo con lo que se tiene que convivir, desde esa maldad simbólica de Caín, el primer psicópata retratado en los orígenes por la biblia a nuestros días, en donde las personalidades psicopáticas se mezclan entre nosotros, en los trabajos, en las familias, en los puestos de liderazgo (tanto de empresas como en la política). 

Libros como “Familia Zero” (Puñuel, 2020), Cómo sobrevivir a la familia -Te joden vivo- (James, 2007), a nivel familiar ; o “Acoso moral”  (Hirigoyen, 2012) y  “Psicopatología del Poder” (Tizón, 2014), a nivel social, muestran la cotidianidad de las personalidades psicopáticas en las relaciones sociales, en los ámbitos familiares, laborales, de amistad o de las instituciones. 

Quizás uno de los estudios más importantes es Robert D.Hare. Como plantea este importante conocedor de la personalidad malvada, es necesario describirla tal y como es: Una persona autocentrada, insensible, sin remordimientos y con una total carencia de empatía y capacidad para entablar relaciones emocionales con los demas. Se trata de una persona que funciona sin las restricciones que nos impone la conciencia…cualidades que nos permiten vivir en armonía social. (2003).

Pero esta imagen de insensibilidad y falta de remordimientos está totalmente oculta en el personaje de la película Joker por las apariencias que ahora la sociedad da por “buenas”, como es el sufrimiento, ser víctima, padecer. A alguien que “padece” todo esto como el personaje de Joker se le atribuye bondad y por lo tanto es el disfraz perfecto para poder justificar cualquier comportamiento destructivo. 

Veamos algunas de estas apariencias que nos hacen dirigirnos a defender o incluso identificarnos con este personaje. 

  1. Apariencia de problemas en la salud mental.

Una de las manipulaciones principales en la  película es presentar la personalidad psicópata como un problema de salud mental, como trastorno psicológico, cuando se sabe muy bien que el psicópata no sufre ni padece (Hare, 1993), sino que, como ocurre en este caso, aparenta un problema psicológico. La mayor manipulación de la personalidad psicopática es hacer ver a su espectador que tiene sentimientos y padece. De este modo, quien conoce a esta persona le da un carácter real, verdadero y por lo tanto se cree en él o en ella. Lo que se quiere hacer en la película es que el público baje sus defensas y no valore su violencia como algo estructural a la maldad de la psicopatía, valorando sus acciones calificadas como “malas”, sino que sean vistas como algo justificadas o lógicas dentro de esa trayectoria de padecimiento psicológico, De este modo, el (supuesto) sufrimiento justifica la maldad. Igual que en la película, muchas de las personalidades psicopáticas plantean su vida llena de daños y de sufrimiento, justificando su violencia y destructividad en el entorno, que en parte acepta esa violencia y se deja agredir o maltratar (Hirogoyen, 2012).

Por lo planteado en las escenas de la película, donde el personaje supuestamente también padece alucinaciones, en esta manipulación se quiere confundir dos trastornos de salud mental: la esquizofrenia y la psicopatía. Se muestra como si el Joker viera algo que no está realmente, al estilo de “Una mente maravillosa” (Howard, 2001). Sin embargo en la psicopatía la persona sabe muy bien lo que es real o irreal, y  es el propio psicópata quien sabe que está fantaseando, que manipula la realidad, que inventa que es alguien que no es, y que muestra al mundo un personaje ficticio, como es en la trama cuando inventa que tiene una relación con la chica o que se hace famoso en el espectáculo. En la película se juega a esa confusión entre lo ficticio y la realidad, algo que sí ocurre en la esquizofrenia. Pero la persona que padece esquizofrenia, cuando en contadas ocasiones genera un daño en su entorno, el origen es ese delirio que está padeciendo y que siente se tiene que defender. 

De este modo,  igualar la psicopatía con problemas de salud mental como es la esquizofrenia es la mayor manipulación de la película y es quizás lo que le dota de la mejor apariencia para poder justificar lo que hará después, la destrucción y muerte que despliega al final de la película.

Como si de un trastorno de personalidad se pueda pasar a otro, de una psicosis o esquizofrenia se pase a una psicopatía, algo que desde la salud mental se sabe imposible. 

  1. La apariencia del origen de la maldad.

Si en la película nos muestra a Joker con problemas de salud mental, el director nos explica y lleva a narrar de dónde puede venir esta disfunción. Como antecedente debemos partir de que la personalidad psicopática tiene dos posibles orígenes. Bien por razón genética o bien por razón educativa, desde la forma de ser educado por las figuras de cuidado. En la película nos plantea que es educativa, pero lo une al trato recibido por el entorno, la sociedad a la que luego se vengará. 

Si nos fijamos en la influencia de la familia a la hora de formarse la personalidad, como plantea Millon (2006), es en los primeros años en donde se crea la forma de ser y en los años de la adultez habría pocos cambios en los rasgos de personalidad,  es más, se agudizan, a no ser que haya un cambio debido a terapia o acontecimientos traumáticos. La historia muestra que Artur va descubriendo su historia de vida, conociendo el hecho de que cuando era pequeño había sido maltratado por su madre y el novio de esta, algo que le produjo esa enfermedad de reirse incontrolablemente. En esa trayectoria de descubrimiento de su pasado, se uniría a los hechos que le suceden en la actualidad, en una sociedad que abusa de los inocentes. Desde el conocimiento en psicopatología (Millon, 2006) se sabe que el que le sucedan a nuestro protagonista hechos que le dañan y personas que abusan de él, junto con ese descubrimiento del pasado traumático, no generaría en un adulto un cambio de estructura de personalidad de un buen hijo, como lo plantea en la historia, sensible, cuidadoso, que se encarga de su madre de forma amorosa,  a un hijo asesino de su madre, violento, narcisista y destructivo con la sociedad. Un sociópata o psicópata. Esta es otra gran falacia de la película, ya que dota de bondad al personaje hasta que se va convirtiendo en el psicópata que los comic han identificado con Joker, y no solo los comic sino las anteriores películas, como fueron las de Nolan (2008) o Barton (1989). Un pasado que destroza junto con un presente que convierte en psicópata, como si hubiera una semilla del mal y por todo lo que le pasa en el presente “brotará” hacia la maldad. Si bien, como veremos más adelante,  en realidad la película nos quiere dirigir a que es la sociedad quien crea esa personalidad, cuando ya es un adulto que se dirige a la cuarentena y así justifica la destrucción indiscriminada que tendrá ese Villano en los años posteriores. 

Si tomamos como origen de la formación de la psicopatía en la educación, esta se desarrollaría en los primeros años de vida, cuando el ser que podía haber sido, desaparece para convertirse en una entidad nihilista y destructiva, algo que solo se puede en las etapas de la niñez. La persona psicópata tendrá una infancia que generará destrucción, realizando diferentes actos antisociales como pueden ser robos, incendios, torturar animales. Psicópatas niños existen (2021) y  aparecen en historias de ficción como  “El buen hijo”(Ruben, 1993) o en “Tenemos que hablar de Kevin” (Ramsay, 2011). Como se ve en estas películas, aunque sean ficción, no son niños modelos, buenos con sus madres que de repente pasan a ser sádicos psicópatas a los 40 años. 

  1. La apariencia de bondad.

Para poder dar más credibilidad a esa manipulación en la salud mental y en el origen de la maldad, se plantea una supuesta bondad, previa a ese cambio a la personalidad psicopática. En la película  presenta al protagonista como un buen hijo que cuida a su madre. Quizás una de las actitudes y comportamientos más atribuibles a la bondad de la persona. Y en general, parece ser bueno con el resto de las personas, pero por las circunstancias que va viviendo, esa bondad supuestamente cambia hacia una personalidad violenta, vengativa y destructiva. 

  1. La apariencia de emociones.

Junto a esa bondad, se unen las emociones o sentimientos positivos que supuestamente Artur tiene hacia otras personas y entre estos sentimientos se presenta un enamoramiento hacia la vecina de su piso.  Es necesario dejar claro, que el psicópata nunca se enamora. El psicópata acecha a sus víctimas y se aprovecha de ellas. Una de las escenas más manipuladoras al respecto es cuando se une el asesinato con una escena de amor. El director hará creer al espectador, si no toma distancia y no se deja llevar por la historia creyéndola como verdadera, de que “corazón asesino” es también “enamoradizo”. En este sentido, se obsesiona con una mujer a la que persigue y vigila (lo que haría un psicópata), pero la película lo hace ver como si fuera un enamoramiento en donde no posee las habilidades para acercarse. 

  1. La apariencia de falta de responsabilidad.

Para poder quitar cualquier indicio de que esa maldad es originada por la propia persona, es necesario dar una imagen de inocencia que es al fin y al cabo, de falta de responsabilidad de sus actos. 

Artur plantea su vida como un cómico que vine al mundo para traer sonrisas y alegría a la gente, pero todo se tuerce por la reacción de la sociedad ante sus actos y que terminará odiando y matando a esos a los que en un principio quería hacer reir. La película plantea que esta maldad es liberada a partir de las circunstancias, sin ninguna culpa del protagonista, y que por lo tanto, si no es culpa de la propia persona, es culpa del entorno, de la sociedad. Además en el desarrollo de la historia, se ve esta liberación de la maldad como algo positivo, de actitudes como:

  • De fortaleza.
  • De ser uno mismo y no verse amedrentado por la sociedad.
  • De originalidad.
  • De justicia…

Algo, que quita cualquier responsabilidad o culpa, para como se plantea en el último punto de este artículo, lo que se logra, en un ensalzamiento de la maldad. Lejos de sentirse culpable, el protagonista se debe sentir orgulloso por su empoderamiento frente a la sociedad que se ríe y abusa de él. De aquí también podemos sacar otra apariencia, la de ser víctima. 

  1. La apariencia de víctima (… a victimario).

Por último, la manipulación con la que la película logra que el espectador se sienta identificado con este personaje psicopático, es la apariencia de víctima de la sociedad, de su entorno, de su familia y de todos quienes le rodean. Si en la anterior manipulación nos encontramos con la falta de responsabilidad, lo que nos plantea el rol de víctima, es que la culpa es toda de la sociedad. Ser víctima de diferentes humillaciones y aberraciones justifica en el arco narrativo de la película que se convierta en el arquetipo psicopático que encarna Joker. La persona que es víctima de esas posibles humillaciones y rechazos, plantea otras salidas que no son las de ser victimario, con ese nihilismo, sadismo y destrucción que se plantea al final de la película. Solo el psicópata justifica ser victimario y verdugo, desde una victimización. 

2.3. LA MANIPULACIÓN ÚLTIMA: En ensalzamiento de la maldad.

Todo el recorrido de manipulación y engaño para dar por buena la maldad lleva a un ensalzamiento e incluso admiración de la maldad. La escena en la que ya es Joker suena la canción rock and roll de Gary Glitter. y baja la escaleras como un triunfador, que por cierto se ha hecho famosa la escena repitiendo la gente en instagram, y redes sociales. Se replica el momento de maldad. Se venera ese momento, el gusto por el poder, por quitar la vida, por estar por encima de la realidad. Ese movimiento de barbilla elevada es un gesto de gran orgullo,…¿orgullo de qué? Orgulloso de estar por encima de la realidad. El orgullo de asesinar, de quitar la vida, justificando de que antes era el humillado (por la sociedad “malvada”) y ahora es el que humilla, que en este caso, destruye. La destructividad como valor para sentirse orgulloso. 

Siempre, en apariencia, había sido alguien sin personalidad, sin sustancia, insignificante, que le pisoteaban, pero cuando comienza a matar aparece en todo su esplendor 

En esta escena el espectador que quiere sentirse “fuerte” y poderoso, frente al entorno, le ayuda a identificarse con un personaje que en un principio era ninguneado por el entorno. Sentimiento que por lo general lo hemos sentido alguna vez en la vida, pero la persona moral busca la forma de salir de ese sentimiento sin venganza o sin destruir. Pero nuestro protagonista, que siempre había vivido a la sombra, es alguien que después de matar de forma sádica, se convierte en alguien deseable con esa estética, imagen y música según baja por la escalera, como si se hubiera convertido en un triunfador por realizar el asesinato de su compañero. ¿nos querrá decir el autor que en realidad nosotros querríamos sentirnos así de bien después de haber destruido aquello que sentimos es culpable de nuestro daño o mal? Posiblemente. Veremos cómo continúa esta historia en la secuela que se estrena estos días. 

CONCLUSIÓN. La benignización de la maldad, desde “la moda de lo malo”. 

Toda esta manipulación sería inocua si el ser humano no estuviera en relación de forma habitual con la personalidad psicopatógena, la personalidad que genera destrucción y locura a quien tiene al lado. Poder defenderse de estas personalidades como plantean diferentes autores, es necesario para no caer en relaciones destructivas o para rehacer daños que se han vivido por ser educados por esta clase de madres y padres. Cuando se distorsiona la maldad y la bondad y se manipula sobre criterios básicos de la realidad en el ser humano como: verdad, bondad, justicia, responsabilidad o la honestidad; se está ayudando a que el daño o los posibles daños sean más importantes y las personas no se puedan defender, viendo incluso normal ese maltrato o esa maldad. Pero, habría un paso más allá. Cuando en la cultura los valores anti-reales triunfan y son defendidos por personalidades que no son psicopatógenas, sino por personas que participan de la cultura, es cuando la sociedad se degrada y deforma los valores que le ayudan en su realización, por lo tanto, se desrealiza o se corrompe, según se mire a la persona, si es desde la ontología (desarrollo del ser) o desde la moral. 

BIBLIOGRAFÍA.

  • Bauman, Z. y Donskis, L. (2019). La maldad líquida. Paidos.
  • Benet, V.J. yLizcano, H. (2021) La moral en el cine. ¿Está el mal de moda?. Disponible. Conferencia en la Casa Encendida. Dentro del programa: El bien y el mal. La ética y la moral en tiempos de crisis. 11 marzo – 26 abril de 2021. Disponible en:  https://youtu.be/Vcbj63jZQKQ. y en https://www.lacasaencendida.es/encuentros/moral-cine-esta-mal-moda
  • García, C.J( 2016). La maldad, el poder y el anti-realismo. Autoría Medinaceli. 
  • Hare, R( 2003). Sin conciencia: el inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean. Paidós Ibérica.
  • Hirigoyen, M-F. (2012). El acoso moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana. Paidos.
  • James, E.L. (2011). 50 sombras de Grey. Grijalbo. 
  • James, O. (2007). Cómo sobrevivir a la familia (Te joden vivo). Global Rhythm. Millon, T. (2006)  Trastornos de la Personalidad en la Vida Moderna. Masson.
  • Puñuel, I. ( 2020). Familia Zero. La esfera de los libros.
  • Tizón, J. (2014). Psicopatología del Poder. Herder

FILMOGRAFÍA

  • Brancato, V. (Creador). 2015. Narcos. Netflix. 
  • Gillespie, C. (Director). 2021.Cruella. [Film]. Walt Disney Pictures. 
  • Guilligan, V.  (Creador). 2008. ,Breaking bad. Sony Pictures Television
  • Hardwicke, C.(Directora).  2008. Crepúsculo -Twilight-Temple Hill Entertainment. 
  • Nolan, C. (Director). 2008. El caballero oscuro. [Film]. Warner Bros. 
  • Philips, T (Director). 2019. Joker. [Film]. Warner Bros.
  • Stromberg, R. (Director). 2014. Maléfica [Film]. Walt Disney Pictures. Taylor-Johnson, (Director). 2015. 50 sombras de Grey.  
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